1.4. La internacional de la anticoncepción: Un monstruo de múltiples tentáculos
La internacional antinatalista está compuesta de un número de organizaciones que comparten la misma ideología y que tienen objetivos afines. Algunas de ellas son los organismos de la Organización de Naciones Unidas (ONU): el Fondo para la Infancia (UNICEF), la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo para la Población (FNUAP o UNFPA, por sus siglas en inglés). Además, está el Grupo Rockefeller --que comprende la Fundación Rockefeller y el Consejo de Población o Population Council (que está íntimamente ligado al Banco Mundial)--, el Fondo Pathfinder, la Fundación Ford y la mayor de todas: la Federación Internacional de Planificación de la Familia (IPPF, por sus siglas en inglés). Se cuentan en la actualidad más de 50 organizaciones cuya finalidad es limitar la población; en 1982, por ejemplo, las doce fundaciones norteamericanas más importantes gastaron más de $30 millones en la financiación del aborto y la contracepción (1).
En Latinomérica, donde el aborto es ilegal en la mayoría de las naciones, los antinatalistas financiados por estas organizaciones (principalmente por la IPPF), promueven los anticonceptivos (que incluyen abortivos, como la píldora y el dispositivo intrauterino o DIU), alegando que su objetivo es reducir el número de abortos ilegales y de "proteger" a la mujer de tener que afrontar un embarazo "no deseado" o "no planificado". En el Perú, por ejemplo, el autor de un proyecto de ley para legalizar la esterilización, cita la cifra de 37.000 abortos ilegales en un año, como justificación para dicha ley (2). Desde que la IPPF comenzó a ejercer su nociva influencia en Latinoamérica hace cerca de 20 años, estos falsos argumentos han sido repetidos tantas veces, que una gran cantidad de personas se los han creído. Pero, ¿qué es lo que realmente persiguen los antinatalistas, cuyos grupos irónicamente se autodenominan: Asociación Pro Bienestar de la Familia (PROFAMILIA, Colombia), "Asociación Chilena de Protección de la Familia" (APROFA, Chile), Sociedad Civil para el Bienestar de la Familia" (BENFAM, Brasil), etc.?
Veamos lo que dicen en su literatura, las organizaciones que les proveen los fondos, así como la ayuda técnia e ideológica.
"La necesidad de tener servicios eficientes para facilitar el aborto legal al comienzo del embarazo, practicado por operadores con experiencia, tiene gran importancia actualmente" (Induced Abortion, Report of World Health Organization Scientific Group y Women, Health and Development in the Americas: An Annotated Bibliography). El libro citado fue editado en 1984 por la Organización Panamericana de la Salud, que es la oficina regional de la OMS. La Organización Panamericana de la Salud también editó un libro, titulado Epidemiology of Abortion and Practices of Fertility Regulation in Latin America: Selected Reports, donde habla del programa de abortos ilegales abiertamente practicados en el hospital Barros Luco de Chile, durante el gobierno del Presidente Allende.
Según reporta el libro Abortion in Psychosocial Perspective, a pesar de las actividades dirigidas a reducir los abortos quirúrgicos (suministro de contraceptivos, inserción de DIUs, etc.), éstos continuaron aumentando. No es de extrañarse que la oficina regional de la OMS hable del aborto en sus publicaciones, pues la OMS recomienda el aborto provocado como parte de los programas para "prevenir" defectos de nacimientos (Prevention and Control of Genetic Diseases and Congenital Defects, Panamerican Health Association, 1984). En 1973, el Tribunal Supremo de Estados Unidos adoptó la misma definición del término "salud" de la OMS para legalizar el aborto a petición durante todo el embarazo en ese país.
Otra entidad antinatalista es el Banco Mundial. Barber Conable, su presidente en 1988, declaró que para fines del siglo XX, esta institución "salvará" a 500.000 mujeres que se supone mueren anualmente debido a embarazos y alumbramientos. El Sr. Conable prometió que el Banco Mundial donará un millón de dólares al fondo "Safe Motherhood" ("Maternidad sin Riesgos") de la OMS. Y añadió que el acceso a la planificación familiar y el aborto son elementos importantes para lograr dicho objetivo (Washington Post, 11 de febrero de 1988).
El libro Strategy for Legal Change, de la IPPF, la organización más proabortista del mundo, explica cómo lograr la legalización del aborto. "Por ejemplo, un médico que lleve a cabo un aborto sin esconderse o que esté proporcionando servicios a adolescentes sin consentimiento paterno, a pesar de que las leyes lo prohiben, puede forzar al sistema judicial a clarificar la ley, interpretándola." Me pregunto si ésto fue lo que trataron de hacer en Chile, con el programa de abortos ilegales, los cuales se practicaban abiertamente en el hospital Barros Luco.
La IPPF también dice, en su libro Gente sin opción, que "...la meta primordial es encontrar una sustancia o método no tóxico y completamente eficaz que, al ser suministrado en una sola ocasión, podría asegurar el estado de no-embarazo una vez completado el ciclo menstrual...el método que más se aproxima a este objetivo es la regulación menstrual mediante una jeringa de succión". La frase "regulación menstrual" es un eufemismo para ocultar el aborto temprano.
En ese mismo libro, la IPPF también aconseja "ejercer presión a favor de los cambios en la legislación referente al aborto, para ponerla en línea con la política de la IPPF..." Aquí la IPPF está hablando de la realización de abortos por parte del personal paramédico (como las enfermeras) y recomienda que el conocimiento de los "beneficios de la planificación familiar" (en la cual incluye el aborto), se imparta "en una etapa temprana en las escuelas, como parte de la educación sexual, de la educación en población y de la educación para la vida familiar". Y continúa diciendo: "La tarea de la IPPF es apoyar a las asociaciones nacionales en cualquiera de estas actividades o en todas ellas ...apoyar los esfuerzos en pro de la reforma legislativa..."
¿Acaso podemos creer que los agentes de la IPPF en Latinoamérica no seguirán la misma política de ésta en cuanto se les presente la oportunidad? Hay que tener en cuenta que la propia IPPF admite en su Informe Anual 1985 Hemisferio Occidental, que "provee asistencia técnica en el diseño de sus programas, produce publicaciones...sirve como intermediaria para facilitar las relaciones con otras unidades de la IPPF, organizaciones internacionales y donantes". Una de esas "otras unidades de la IPPF" es la IPPF de Londres, que tanto promueve el aborto y los contraceptivos para la juventud. El ya mencionado informe también dice que "los 63 miembros del Consejo Regional [de la IPPF] incluyen representantes de cada asociación miembro".
Un libro editado por el Pathfinder Fund, y "preparado como parte de la labor de la IPPF en el campo de la fecundidad adolescente", admite sin ambages lo que la mayoría de los antinatalistas posiblemente jamás admitirían en público, al menos en los países donde el aborto es ilegal, a saber, que "...el recurso al aborto como un modo de regulación de la fertilidad podría ser reducido, pero nadie está seguro de hasta qué grado...sin embargo, aún permanecemos frente al hecho de que ningún método anticonceptivo es apropiado para todos, por consiguiente, es dudoso que la necesidad del aborto desaparezca totalmente algún día". Y añade: "En efecto, se ha dicho que el deseo de un anticonceptivo efectivo, así como el uso de los anticonceptivos modernos, también lleva a corto plazo al aumento del aborto, debido a esa interrelación, los servicios de anticonceptivos y de aborto están unidos en algunos países". (El mismo libro explica cómo violar la ley o la política con la ayuda de "individuos intrépidos".)
Durante una conferencia para médicos latinoamericanos patrocinada por la Fundación Pathfinder, titulada "Tendencias Actuales de la Regulación de la Fecundidad", el Dr. Malcom Potts, famoso antinatalista, expresó la misma convicción: "Pienso que una combinación razonable de anticonceptivos y de abortos es el sistema más barato...para que una comunidad alcance un control razonable de la fertilidad con responsabilidad y seguridad". Tomen nota los que ingenuamente creen la falsedad de que la promoción de anticonceptivos ayudará a disminuir los abortos provocados legal o ilegalmente.
La Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés) promovió el aborto provocado como método de control demográfico, hasta que fue aprobada la Enmienda Helms. La USAID es la entidad gubernamental a través de la cual se han canalizado todos los fondos de Estados Unidos (es decir, de sus contribuyentes) destinados a los programas de control natal promovidos por la internacional de la anticoncepción.
Desde su inicio en la década de los 60 hasta 1973, año en que fue aprobada la Enmienda Helms, la oficina de población de la USAID fomentó el desarrollo de nuevas técnicas abortivas, incluyendo el aspirador uterino. Aún después de aprobada la Enmienda Helms, la USAID emitió una declaración, el 10 de junio de 1974, en la que afirmaba que "continuaría apoyando los programas de investigación...para el control de la fertilidad...ello incluye tanto los métodos preventivos como los retroactivos" (4). Evidentemente, se podrían catalogar ciertos tipos de abortos provocados como "métodos retroactivos".
En 1978, bajo el Gobierno del Presidente Carter, a instancias de funcionarios de la USAID y para ayudar a esta agencia a desarrollar sus planes en el exterior, el Congreso aprobó y puso en vigor en el Código de Estados Unidos ("US Code") la Sección 104(d) del "Acta Internacional de Ayuda para la Alimentación y el Desarrollo de 1978" ("International Development and Food Assistance Act of 1978"). Ese acta declara que "...todas las actividades para obtener financiamiento...deberán tener como objetivo promover las familias más pequeñas en programas educativos, de alimentación, para el control de las enfermedades, de servicios maternos e infantiles, de mejoras en la condición y empleo de la mujer, de producción agrícola, de desarrollo rural y de asistencia a los pobres de las ciudades". En la Sección 102, titulada "Política de Asistencia para el Desarrollo" ("Development Assistance Policy"), el Acta de 1978 afirma que la ayuda monetaria de Estados Unidos se "concentrará en países que demuestren su compromiso y su progreso" a través de su "control de la población" (5). Ello constituye una tendencia a condicionar la ayuda a los países en desarrollo a la aceptación de programas antinatalistas de Estados Unidos.
El Presidente Ronald Reagan, que se opone al aborto, adoptó una nueva política que fue promulgada durante la Conferencia Mundial sobre la Población en Ciudad México, en 1984. Esta política prohibe que las organizaciones que promueven el aborto como método de "planificación familiar" continúen recibiendo fondos del gobierno de Estados Unidos. Los proabortistas en Estados Unidos, como la filial de la IPPF en ese país, Planned Parenthood Federation of America (Federación de Paternidad Planificada de Estados Unidos o simplemente Paternidad Planificada), han logrado presentar un proyecto de ley en el Congreso (HR 4270) para anular la política del Presidente Reagan. Si ese proyecto es aprobado, permitiría que la rama ejecutiva del gobierno limitara las actividades de las organizaciones internacionales antinatalistas que reciben fondos de Estados Unidos, pero sólo hasta el punto en que las organizaciones estadounidenses que funcionan bajo el "Título X" ("Title X") del Acta de Servicios de Salud Pública son reguladas y limitadas.
En ese sentido, es preocupante el hecho de que ciertos fallos emitidos por algunos tribunales de Estados Unidos han impedido los esfuerzos del movimiento Pro vida de eliminarle, o al menos reducirle, los fondos a las organizaciones proabortistas que son financiadas con dinero de los contribuyentes por medio del "Título X". Estas organizaciones promueven el aborto incluso entre los menores de edad en las escuelas públicas.
Por consiguiente, de ser aprobado el proyecto de ley HR 4270 por el Congreso, las organizaciones internacionales proabortistas, como la IPPF y sus aliados, tendrían libertad para promover abiertamente el aborto como método de control de la natalidad, aun entre los menores de edad en países donde el aborto es ilegal. Además, de ser aprobada el HR 4270, los mismos reglamentos inmorales que rigen en Estados Unidos por medio del "Título X", como el suministro de anticonceptivos y abortivos a la juventud aun sin el consentimiento paterno, serían aplicados a los países que reciben fondos de Estados Unidos de ayuda al extranjero.
Teniendo en cuenta que, lamentablemente, en Estados Unidos, el aborto a petición es legal hasta el momento mismo del nacimiento, y hasta para menores de edad sin el consentimiento paterno y para las mujeres casadas sin el de su esposo, esta política de desprecio a la vida humana y a los derechos paternos sería exportada a otros países con mayor ímpetu aún de lo que ha sido en el pasado. Ello constituiría, en nuestra opinión, la más terrible ingerencia de una nación en los asuntos internos de otras. Y equivaldría a dictar normas de moral (inmorales en este caso) a pueblos que en su mayoría todavía conservan sus valores cristianos y humanos.
Magaly Llaguno es la Directora Ejecutiva de Vida Humana Internacional (VHI). Este artículo fue publicado por primera vez en el boletín bimensual de VHI, Escoge la Vida, en el número de julio de 1988, pp. 5-6..
Citas: 1. ACEPRENSA, Servicio 45/88. 2. Extra, 29 de abril de 1988. 3. Diario Las Américas, 15 de abril de 1988. 4. Foreign Aid for Abortion, Hastings Center Report, 1980. 5. Jacqueline Kasun, The War Against Population (San Francisco: Ignatius Press, 1988). 6. NFD Journal, septiembre de 1987.